Pequeños consejos para el patrón

Si decidís de alquilar una embarcación sin patrón necesitáis un patrón en el que confiar y con experiencia. Éste es generalmente el que, como conocedor, buscará al resto de la tripulación para reservar el barco para la travesía. El capitán debe de ser un adulto mayor de edad.

Para alquilar una embarcación, lo más seguro es que necesitéis una titulación válida. Dependiendo del destino necesitaréis enviar vuestro CV Náutico para que la persona encargada en la base evalúe vuestras habilidades y experiencia.

En algunos destinos, como en el Caribe, vuestra experiencia será suficiente para el alquiler incluso sin tener en vuestra posesión un título para navegar.

Aseguraos que el patrón está presente en el momento del embarque a la hora prevista y prevenir un poco de adelanto para poder realizar minuciosamente el inventario de la embarcación.

Por supuesto, no os olvidéis comprobar el pronóstico del tiempo para tener todo claro, incluso para adaptar vuestro trayecto basándoos en las condiciones climáticas.

Antes de empezar la navegación, os recomendamos hacer una reunión con toda la tripulación, para aseguraros que todo el mundo sabrá cómo actuar en el caso de que corráis peligro o que alguien caiga por la borda. Las personas del equipo podrán ser mucho más reactivas y útiles en tal situación. Un buen diálogo es esencial para pasar un maravilloso crucero y un buen entendimiento entre todos.

Lo mejor es comenzar navegando una pequeña distancia a favor del viento para probar el barco y comprobar que no hay sorpresas que indicar en el inventario.

Os recomendamos que, durante el crucero, una vez hecho el check-in y la entrega del barco, naveguéis lo más rápido posible al destino más lejano para así poder volver con tiempo para el check-out. También es recomendable de realizar una ruta alternativa de refugio en caso de que la embarcación sufra daños.

No olvidéis de prevenir al puerto o llamar para reservar una plaza.

Si navegáis con una tripulación sin experiencia, os recomendamos de elegir una ruta fácil.

Lo mejor para las noches de verano es de utilizar las lámparas de gas para iluminar el barco, así evitaréis gastar baterías. ¡No os olvidéis de apagarlas!

Haced una buena planificación para los turnos nocturnos, explicando de antemano qué hacer. Aseguraros de que vuestros compañeros no estén demasiado cansados ​​y que se sientan cómodos con la navegación nocturna. De todos modos, dormiréis con «un ojo abierto».

Por último, no olvidéis actualizar el cuaderno de bitácora, que es obligatorio y representa un documento oficial.

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