NAVEGAR EN MALLORCA

Conocer nuestros productos y nuestros destinos es la mejor manera de asesorar a nuestros clientes a la hora de elegir su barco de alquiler, por eso en GlobeSailor creemos en la importancia de los testing tour. Pero, ¿qué es un testing tour? Es la mejor manera de conocer un barco y su base además de su destino y se trata de vivir una semana a bordo entre compañeros ¡Y qué semana!

En esta ocasión parte del equipo de GlobeSailor ha izado velas rumbo a Mallorca para conocer de cerca la costa de esta maravillosa isla mediterránea y Anabella, el Lagoon 450 S que Cruesa, empresa de charter histórica de Mallorca, ofrece a sus clientes

La pregunta es a menudo la misma ¿Donde navegar en Mallorca? En realidad la respuesta depende siempre de las ganas de navegar. Si lo que se busca es izar velas durante 4 horas al día para poder aprovechar de las calas y fondeos el resto del tiempo, entonces lo mejor es quedarse con una de sus zonas. Nosotros hemos elegido navegar en el suroeste de Mallorca.

Ponerse en la piel de nuestros clientes ha empezado por hacer un check in como lo viven ellos durante su experiencia de alquiler de catamarán en Mallorca. Normas de seguridad, baños, funcionamiento del barco…y mucho más. Al acabar, nos hemos ido de paseo por el centro de Palma (a dos pasos del puerto) antes de zarpar a la mañana siguiente.

Las ganas de izar velas y de empezar nuestro itinerario eran muchas y por eso el día en el barco hemos empezado bien temprano por la mañana. Con nuestro catamarán a son de mar nos hemos dirigido hacia el oeste de la isla rumbo a Camp de Mar. En esta cala (famosa por que en su playa ha sido rodada una escena de James Bond) hemos disfrutado de la primera comida y del primer fondeo de nuestra navegación maravillados por la belleza de su espectacular entorno de aguas cristalinas y formaciones rocosas. ¡Y la aventura sólo acaba de comenzar!

Desde Camp de Mar hemos virado hacia Sant Elmo donde hemos fondeado para cenar y pasar la noche. ¡Difícil describir con palabras un lugar tan mágico! Aunque Mallorca dispone de muchos complejos costeros, este encantador pueblo es engrandecido por la protección natural de las montañas además de su proximidad a la reserva natural y marina de Sa Dragonera.

Imposible elegir entre disfrutar de su magnífica puesta de sol y su precioso amanecer. Nosotros tenemos el privilegio de haber podido vivir ambos.

Después de haber disfrutado de nuestro especial despertar en Sant Elmo nos hemos dirigido hacía Sa Foradada, la misteriosa roca agujereada de Mallorca para disfrutar de una comida y de un baño realmente especiales en un enclave único. Este lugar es meta de numerosos excursionistas que cada día se aventuran en su camino empinado para disfrutar del entorno. ¡Que placer poder disfrutarlo desde un barco!

Después de comer hemos izado velas para visitar la segunda maravilla de la jornada: Sa Calobra, un impresionante conjunto de dos playas refugiadas entre pronunciados acantilados rocosos, y divididas por el Torrent de Pareis. Como Sa Foradada, llegar a Sa Calobra en coche o a pie, es bastante difícil por eso llegar en barco es un medio tan privilegiado.

Hemos acabado la jornada de navegación volviendo hacía el sur y pasando la noche en el Puerto de Soller donde nos deja boquiabiertos otro precioso ocaso.

La mañana de nuestro 4 día hemos izamos velas para ir rumbo al puerto Andratx para recargar nuestro avituallamiento, recoger a nuevos compañeros y llenar los depositos de agua. Por el camino nos paramos en una cala casi desconocida que nos regala un momento de pura paz rodeados de aguas cristalinas: Cala Ortigues.

Después de haber hecho otra pequeña compra de frescos y de haber aprovechado las instalaciones del puerto hemos izamos velas de vuelta hacía el sur de la isla con el objetivo de llegar a Es Trenc antes de la puesta de sol.

De camino nos hemos parado a fondear y comer en Cala Vella, otra joya escondida de la isla. La navegación rumbo a Es Trenc es diferente a todo lo que hemos visto hasta ahora. Las grandes formaciones rocosas y los acantilados dejan el paso a un arenal arenoso y virgen donde no se verán si no que dunas y salinas. Si la pregunta es con qué momento nos quedamos de estos día de navegación una respuesta puede ser el ocaso en Es Trenc.

Al despertar se nos hacía difícil tener que dejar este paraíso para izar velas y es por eso que hemos decidido quedarnos un rato por la mañana para pisar la maravillosa playa de Es Trenc, quien nadando y quien en paddle.

Después de un buen desayuno hemos nos hemos despedido de Es Trenc para ir rumbo a Cabrera, última etapa de nuestra semana de navegación. Antes de izar velas nuestro capitán nos ha hecho un brief sobre esta isla tanto especial cuanto protegida ya que, al tratarse de un parque natural, hay numerosas reglas de comportamiento que seguir. La lista de actividades que se pueden y las que no se pueden hacer se encuentran en la web oficial de la isla de Cabrera junto al enlace para reservar boya y dormir en la isla (se recomienda reservar con antelación).

La llegada a la isla es mágica gracias a su luz y a sus colores. Antes de prepararnos para nuestra noche en Cabrera, hemos decidido disfrutar de un poco de senderismo. En tierra al desembarcar de nuestro dinghy, nos esperaba la guía del parque para darnos indicaciones básicas del recorrido permitido.

Después de disfrutar de un precioso paseo en un paisaje casi virgen hemos vuelto al barco para disfrutar a bordo de la tranquilidad y del silencio que reina en la isla.

Antes de dejar Cabrera para dirigirnos al puerto, hemos dedicado unas horas de la mañana para hacernos algunas fotos y videos recuerdo del equipo.

Al acabar hemos izaddo velas rumbo a Porto Colom, el puerto donde nos espera el equipo de Cruesa para el desembarque. Situada en la costa oriental de Mallorca, Portocolom es un pueblo pesquero y turístico enclavado alrededor de una bahía que ofrece un pintoresco paisaje. Su zona portuaria es uno de los pocos puertos naturales de Mallorca donde se mezclan las embarcaciones de ocio con los barcos de pesca locales, como los tradicionales llauts. Muchos navegantes prefieren este puerto al de Mallorca, sobre todo los que tienen intención de navegar hasta Menorca.

Nuestra semana en barco en Mallorca ha llegado casi a fin. Después de repostar y colocar nuestras cosas, hemos disfrutado de una cena en uno de los restaurantes del puerto recordando los maravillosos momentos de nuestra navegación.