5 recetas fáciles para tu crucero

A la hora de cocinar a bordo, ¡prefiere la sencillez! 

Piensa en comidas que puedan prepararse con una o dos ollas/sartenes, ya que tendrás un espacio limitado en la cocina de tu barco de alquiler. Lo mismo ocurre con el horno, será mucho más pequeño de lo que estás acostumbrado en casa, así que no lo «sobrecargues», Lo mejor es un plato a la vez.  

Cada una de estas recetas contiene cantidades para 8 personas, así que ajústalas dependiendo de los pasajeros a bordo. A no ser, claro, que sólo sean 4 personas y que gusten de las sobras. 

Recuerda que tus familiares y amigos estarán encantados de tener comida casera y no esperarán una comida a la altura de las de un Top Chef, así que no te preocupes por los detalles: sustituye los ingredientes si es necesario y busca el sabor más que la presentación. ¡Nadie espera pinzas de parmesano y flores comestibles! 

Dicho esto, si quieres impresionar a tu equipo, aquí tienes algunos consejos sencillos para presentar bien tus platos: 

– Pon la comida centrada en en medio del plato 

– “Apila” los artículos de comida para crear altura 

– Fíjate en los colores y las formas 

– Agrega aderezos sencillos como un chorrito de aceite de oliva/pesto; espolvorea con pimienta negra; virutas de parmesano; hojas de perejil; ralladura de limón; añaden color, textura y sabor a sus platos. 

Encuentra quí todos nuestros consejos para hacer el abastecimiento de tu crucero.

Pollo y patatas al horno

Se trata de un plato muy sencillo, pero realmente sabroso y con muy poca preparación. 

1: Precalentar el horno a 200C/termostato 6. 

2: Frotar las patatas (no es necesario pelarlas) y cortarlas en rodajas finas 

3: Pelar la piel del limón y reservar 

4: Poner las patatas cortadas en una fuente de horno grande y rociarlas con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta (romero seco si lo tiene). Hay que asegurarse de que todas las patatas estén cubiertas de aceite 

5: Aplastar ligeramente los dientes de ajo y mezclarlos con las patatas 

6: Condimentar el pollo y colocarlo sobre las patatas (con la piel hacia arriba) 

7: Hornear durante 40 minutos 

8: Sacar del horno para «despegar» las patatas del fondo de la bandeja 

9: Volver a ponerlo la bandeja en el horno durante otros 20 minutos o hasta que las patatas estén doradas y el pollo esté bien cocido (el jugo debe salir claro al pincharlo) 

Risotto con tocino y champiñones (horneado) 

1: Precalentar el horno a 200C/termostato 6 

2: Poner el risotto y 1L de caldo de legumbres en una bandeja grande o en una cazuela y revolver 

3: Tapar con papel aluminio o una tapa de cocotte y hornear por 45 minutos hasta que se absorba la mayor parte del líquido y el arroz esté al dente 

4: Después de que el risotto se haya cocinado durante 30 minutos, dorar los trozos de tocino en una sartén a fuego medio-alto y agregar los champiñones en rodajas hasta que estén dorados 

5: Sacar el risotto del horno, agregar los 250 ml restantes de caldo, queso parmesano, vino, mantequilla, sal y pimienta según sea necesario; revolver vigorosamente durante 2-3 minutos, hasta que el arroz esté espeso y cremoso. 

6: Agregar trozos de tocino y champiñones y revolver hasta que estén bien mezclados 

7: Servir inmediatamente y agregar una pizca de pimienta negra molida y las hojas de perejil picadas 

Observaciones: 

*Los vinos ideales para cocinar risotto son vinos blancos secos y crujientes como Pinot Grigio, Sauvignon Blanc y Chardonnay. Elige una botella que te guste beber y así no hay desperdicio. 

**¡Recuerda comprar un poco de queso parmesano rallado para tus viajes en barco en caso de que no haya un rallador de queso a bordo! 

El perejil aporta color al plato y un ligero amargor que combina a la perfección con la cremosidad del plato y la salinidad del tocino. 

Cuscús con tomates y queso feta 

1: Verter el cuscús en un recipiente resistente al calor y poner el caldo sobre él, agregar una cucharada de aceite de oliva, mezclar rápidamente, cubrir y cocinar durante 5 a 10 minutos. 

2: Separar el cuscús con un tenedor y reservar mientras se preparan los demás ingredientes 

3: Cortar la cebolla roja y triturar/picar los dientes de ajo, cortar los tomates por la mitad y desmenuzar el queso feta 

4: Calentar un sartén grande o un wok a fuego medio 

5: Rociar con aceite de oliva 

6: Agregar las cebollas, cuando se vuelvan transparentes, agregar el ajo y los tomates cherry 

7: Continuar cocinando durante 3/4 minutos hasta que los tomates se marchiten 

8: Agregar el cuscús a la sartén, así como el queso feta desmenuzado y mezclar hasta que todo esté uniforme. Puedes servirlo de inmediato ¡buen provecho! 

Observación: 

Este plato puede mantenerse refrigerado durante 3-4 días y se puede comer tibio o frío. 

Puedes acompañar este plato con chuletas de cordero 

Ingredientes: 

• Chuletas de cordero (2 por persona) 
• Aceite de oliva 
• Tomillo seco 
• 3 dientes de ajo 
• Sal y pimienta 

Consejo: Sacar el cordero de la nevera para que esté casi a temperatura ambiente antes de cocinarlo 

Receta: 

1: Colocar la bandeja en el horno y calentar a 220C/termostato 7. 

2: Secar las chuletas con una toalla de papel y colocarlas en un plato o fuente para sazonar 

3: Rociar con aceite de oliva y sazonar con sal, pimienta y tomillo. Voltear las chuletas y repetir el proceso 

4: Poner las chuletas en la bandeja caliente y cocinar en el horno durante 10 minutos. 

5: Voltear las chuletas y cocinar por otros 10 minutos o hasta que el cordero esté tierno y ligeramente carbonizado. 

¡Ya puedes servirlo caliente con tu cuscús de tomate y feta! 

Linguini de calabacín y limón 

1: Cocinar la pasta en una olla con agua hirviendo con sal durante unos 8 minutos (según las instrucciones del paquete) 

2: Cortar los calabacines a lo largo y luego horizontalmente en 3 piezas. Crear “fósforos” (palos o rebanadas finamente picados) 

3: Colocar una cacerola a fuego medio y agregar 1 cucharada de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, agregar los palitos de calabacín y cocinar a fuego lento durante unos 3/4 minutos hasta que comiencen a marchitarse (pero sin dorarse). Agitar el sartén o girar los calabacines para que no se quemen. 

4: Agregarla pasta cocida (y escurrida) a la sartén. Agregar el jugo de limón. Sazonar bien con sal y pimienta, luego agregar el parmesano (dejando un poco aparte para condimentar la pasta en el plato). 

¿Demasiado vegetariano para ti? 

¿Por qué no cortar un poco de jamón de Parma y agregarlo a la sartén con el calabacín? Agregará sabor sin el sabor salado del tocino. 

Ensalada de quinoa y salmón 

1: Verter la quinoa en un colador y enjuagar bien 

2: Colocar la quinoa en una cacerola mediana/grande y agregar 1 litro de agua 

3: Llevar a ebullición, luego bajar el fuego para que hierva a fuego lento. Continuar cocinando, sin tapar, hasta que la quinoa haya absorbido toda el agua, unos 15 minutos. 

4: Retirar del fuego, revolver y luego cubrir (el calor residual continuará cocinando la quinua y la volverá «blanda») 

5: Revolver el azúcar en el jugo de limón para disolverlo ligeramente, luego agregar el aceite de oliva, sal y pimienta. 

6: Una vez que la quinua se haya enfriado, ponerla en un tazón para servir y cubrir con la vinagreta de limón. 

7: Remover bien hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. Añadir sal y pimienta a gusto 

¡La ensalada se mantendrá hasta 3 días refrigerada y estará deliciosa! 

Para cocinar el salmón: 

Consejo: Saca el salmón del frigorífico para que esté casi a temperatura ambiente antes de cocinarlo 

Ingredientes: 

• 8 filetes de salmón (100g-120g cada uno) 
• 1 cucharada de aceite de oliva 
• 25g de mantequilla 
• 2 dientes de ajo 

1: Colocar una sartén grande a fuego medio alto, una vez caliente agregar una cucharada de aceite de oliva y esperar a que se caliente 

2: Colocar los filetes de salmón en la sartén con la piel hacia abajo. Hay que hacerlo lentamente. Tan pronto como el pescado toque la sartén, debe escucharse el sonido del aceite, si no se escucha, puede que la sartén no esté lo suficientemente caliente. De ser así, esperar unos 10-20 segundos más y volver a intentarlo. 

3: Cocinar el salmón con la piel hacia abajo durante unos 5 minutos (hasta que la piel esté muy crujiente), verás que el calor sube a través del filete y cambia el color y la textura del pescado. Usando pinzas o dos cucharas, voltear suavemente los filetes y continuar cocinando durante unos 3 minutos, hasta que el salmón esté bien cocido. 

4: Triturar ligeramente los ajos sin pelar y dorarlos en la sartén con la mantequilla. Mientras la mantequilla se derrite, viertela sobre el salmón; ¡esto mejorará el sabor del salmón y lo hará más lujoso! 

5: Servir inmediatamente con una rodaja de limón y su ensalada de quinoa